«Enorme, enorme el evento de la noche de hoy. Muchísimas gracias por permitimos esta valiosa oportunidad para participar» escribió Julio César Montero al término del Encuentro de la Comunidad del libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente» que se realizó este jueves 16 de febrero.
La comunidad integrada por Lectores-Autores y Docentes del libro cuenta en esta primera etapa con cerca de 600 participantes quienes lo descargaron y lo están leyendo e interactuando sobre las diversas temáticas abordadas en sus 6 partes y 30 capítulos.
Geográficamente, la comunidad tiene integrantes de casi todos los países de Hispanoamerica – Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, México, Honduras, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Panamá, Guatemala, El Salvador, Cuba y Costa Rica (en el orden de cantidad de libros descargados por país) además de Estados Unidos, Canadá y España.
“Fue muy emocionante asistir al encuentro y oír los agradecimientos de los agricultores que ustedes asesoraron, una maravillosa labor didáctica, felicitaciones. Aprendí mucho: Aldana un sabio; Ferley Henao aguerrido y contundente; Nelson una fuente de conocimiento impactante. Felicitaciones por el éxito” escribió, inmediatamente terminó el encuentro, Francisco Londoño, uno de los asistentes virtuales.
El encuentro denominado «Agricultura sin plagas, ¿Es posible?» se desarrolló, en primer término, con la intervención de Nelson Orrego quien explicó las estrategias para reducir a su mínima expresión la presencia de plagas, partiendo del control biológico.
El control biológico es la producción y liberación en masa de depredadores, para combatir a los insectos causantes de plagas de manera respetuosa con el medio ambiente.
Existen 3 tipos de control biológico:
CLÁSICO: consiste en introducir una especie exótica que controle la plaga.
AUMENTATIVO: Aumentar de forma artificial los enemigos naturales de las especies que se desea controlar.
POR CONSERVACIÓN: consiste en modificar el entorno y aplicar medidas y acciones para proteger y aumentar los enemigos naturales de la plaga
Actualmente en la agricultura Colombiana, el uso más frecuente de Microorganismos Biocontroladores en su mayoría corresponde a bacterias del género Bacillus, Pseudomonas, y Streptomyces y Hongos del género Trichoderma con un amplio espectro de acción para el manejo de uno o más fitopatógenos en diferentes cultivos. Los cultivos para los que están autorizados son diversos e incluyen árboles frutales, Hortalizas, Cereales,Cítricos y leguminosas.
En el campo fitosanitario: las hortalizas han sido uno de los más investigados y diagnosticados en términos de plagas y enfermedades, pero lo que prima en la práctica es el uso indiscriminado de plaguicidas (Insecticidas y Funguicidas) generando contaminación y una marcada resistencia de plagas y patógenos a los agroquímicos.
El uso inadecuado de los plaguicidas puede, entre otros problemas, provocar:
• Resistencia de plagas, la aplicación repetida de un producto, ejerce una presión de selección sobre una plaga, eliminando los individuos más susceptibles y los más resistentes se convierten en los progenitores de las próximas generaciones;
• Disminuir la acción de los enemigos naturales;
• Efectos negativos sobre el ambiente;
• Dejar residuos en la fruta; e
• Incrementar el costo de producción.
Sin embargo, el uso comercial de estos productos biológicos no es tan difundido como se desearía desde el punto de vista ambiental, lo cual conlleva a que el objetivo de reducir la aplicación de químicos en los cultivos no se cumpla. Los productos biológicos en Colombia tienen una participación de apenas el 10% del total ofertado en el mercado. En Colombia se tiene poca divulgación sobre la existencia de estos insumos
En Conclusión: El éxito del control biológico va más allá del suministro puro y duro de los enemigos naturales. Para llevar un control integrado óptimo no nos podemos basar en la eliminación total de la plaga, sino en la búsqueda del equilibrio entre plaga / depredador.
El segundo ponente, Joffre Orellana agregó un complemento de la estrategia de Agricultura Limpia haciendo uso de la Alelopatía o la asociación de cultivos en la que, reconociendo las plantas afines y las antagónicas se protege un cultivo sembrando en su entorno aquellas plantas que atraigan los insectos benéficos y otras que produzcan un efecto repelente a aquellas que pueden ser perjudiciales para esta plantación.
Cerró este ciclo Ferley Henao Ospina estableciendo que a las estrategias planteadas por Nelson Orrego (Control Biológico) y Jofre Orellana (Alelopatía) agrega la Teoría de la Trofobiosis de Francis Chauboussou, la cual estable que «En suelo sano los cultivos son sanos y en cultivos sanos las plagas se morirían de hambre» lo cual se explica, según Chauboussou, porque «las plagas no tienen el complejo enzimático para nutrirse de plantas sanas viéndose obligadas a buscar hortalizas enfermas».
Esto nos lleva a concluir indiscutiblemente que es necesario disponer de suelos sanos para mejorar la calidad y la productividad de los cultivos y para ello es indispensable emprender la sustitución de fertilizantes sintéticos, que nuestros países importan de Ucrania, Rusia, Venezuela, etc. derivados del petróleo que, aunque aportan nitrógeno, fósforo y potasio son muy bajos en carbono, degradan los suelos reduciendo gradualmente los organismos indispensables para la vida del suelo, contaminando los sistemas acuáticos, tanto para riego como para consumo humano; además del enorme impacto que producen por las emisiones gaseosas como volatilización y desnitrificación que aceleran la contaminación ambiental debido a la emisión de gran cantidad de gases de efecto invernadero en la atmosfera que provocan el calentamiento global.
Los fertilizantes orgánicos, por su parte, Sí aportan, además de nitrógeno, fósforo y potasio, otros componentes esenciales para la supervivencia de la vida microbiana y la sanidad del suelo, entre ellos, el carbono que es la columna vertebral de la mayoría de biomoléculas vegetales. Por lo tanto, los fertilizantes orgánicos, a diferencia de los sintéticos, Sí enriquecen constantemente el suelo manteniendo en él, activa la vida microbiana. En síntesis, los fertilizantes orgánicos aumentan la disponibilidad de nutrientes para las plantas y el contenido de materia orgánica en el suelo. De aquí la importancia de la Separación en la fuente y la recolección SEPARADA de los residuos orgánicos para proporcionar a los suelos los indispensables insumos orgánicos e invoca la responsabilidad y buen criterio de los administradores públicos para que esto pueda ser una realidad. Aquí su disertación completa:
Se habló también de la actualización permanente del libro como una de las razones que explican su forma virtual, ya que las otras dos razones de peso son, la primera de naturaleza ambiental: “Cero Tala” y la otra, la puesta al día con la innovación (la lectura de nuestros tiempos es digital). Aquí Cristhian Londoño nos presenta las actualizaciones relacionadas con el libro:
El Doctor Eduardo Aldana Valdés, exrector de la Universidad de los Andes y prologuista del libro hizo una exposición en la que puso de relieve el “Aprender-Haciendo” como metodología que INNOVAR tiene funcionando para conseguir que las comunidades rurales, fundamentadas en la vocación de cada una de ellas y fortaleciendo sus conocimientos ancestrales puedan actualizarse en el mundo de hoy.
Aborda el tema del hambre y destaca, coincidiendo con el primer capítulo del libro: “La sempiterna lucha contra el hambre” para invocar los pasos que surgen de las Fincas-Escuela para llevar innovación en términos prácticos a los más humildes de la sociedad.
Precisamente sobre las Fincas-Escuela a las que dieron luz verde la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico y la Corporación Andina de Fomento CAF en Ecuador y que fueron implementadas por T. P. AGRO con los autores de este libro a la cabeza, la ingeniera María Gabriela Albán, quien desempeñó la responsabilidad de Coordinadora por Swisscontact y CAF de todas las Fincas-Escuela. Como ella tuvo dificultad para conectarse porque se encontraba en un aeropuerto de Ecuador, delegó en Ferley Henao para que presente los gráficos que ella tenía preparados para el encuentro. Aquí los gráficos y la explicación:
Otro de los temas que forman parte del libro ocurrió en Venezuela, finca Los Haticos en Guarico, Morán, Estado Lara, y en el encuentro fue Alejandro Rodríguez quien nos presenta este testimonio:
Desde Canadá se conectó Luis Fernando Pérez para entregarnos el testimonio de los logros alcanzados en su finca de Buga Valle:
Finalmente, Daniel Tirado nos presenta detalles de la Prospectiva de Predios Rurales que este equipo de trabajo realiza para llevar el agro por los senderos de la planificación y eficiencia:
Ahora, amigas y amigos de la Comunidad del Libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente» sus mensajes, opiniones, consultas, son muy importante y son la fuente que va a permitir que el libro crezca, que se enriquezca. Bien puede usted escribir en la sección comentarios de este mismo medio o al correo info@agroambiental.co
Si usted tiene el libro, es uno de los integrantes de esta comunidad. Lo invitamos a que interactúe.
Si aún no tiene el libro, le sugerimos descargarlo, es gratuito en este enlace:
Cordial saludo
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Con participantes de todos los países de Hispanoamérica, se celebra el Primer Encuentro Virtual de la Comunidad del libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente» integrada por Lectores-Autores y Docentes, hoy Jueves 16 de Febrero a las 7:00 p.m.
El encuentro se denomina «Agricultura sin plagas, ¿Es posible?»
En primer término, Nelson Orrego explica las estrategias para reducir a su mínima expresión la presencia de plagas, partiendo de conceptos probados en la Teoría de la Trofobiosis:
«En suelo sano los cultivos son sanos y en cultivos sanos las plagas se morirían de hambre» lo cual se explica, según Francis Chauboussou, porque «las plagas no tienen el complejo enzimático para nutrirse de plantas sanas viéndose obligadas a buscar hortalizas enfermas».
El segundo ponente, Joffre Orellana agrega un complemento de la estrategia de Agricultura Limpia con la Alelopatía o la asociación de cultivos en la que, reconociendo las plantas afines y las antagónicas se protege un cultivo sembrando en su entorno aquellas plantas que atraigan los insectos benéficos y otras que produzcan un efecto repelente a aquellas que pueden ser perjudiciales para esta plantación.
Cierra este ciclo Ferley Henao Ospina estableciendo que es necesario disponer de suelos sanos para mejorar la calidad y la productividad de los cultivos y que para ello se requiere iniciar el proceso de sustitución de insumos derivados de combustibles fósiles teniendo en cuenta que ellos (los fertilizantes sintéticos, que nuestros países importan de Ucrania, Rusia, Venezuela, etc., derivados del petróleo, aunque aportan nitrógeno, fósforo y potasio son muy bajos en carbono) degradan los suelos dejando como secuela la pérdida gradual de los organismos indispensables para la vida del suelo además de su efecto negativo en las aguas subterráneas, por la contaminación de sistemas acuáticos y pozos de agua, tanto para riego como para consumo humano; además del enorme impacto por las emisiones gaseosas como volatilización y desnitrificación que aceleran la contaminación ambiental debido a la emisión de gran cantidad de gases de efecto invernadero en la atmosfera que provocan el calentamiento global.
Los fertilizantes orgánicos, por su parte, Sí aportan, además de nitrógeno, fósforo y potasio, otros componentes esenciales para la supervivencia de la vida microbiana y la sanidad del suelo, entre ellos, el carbono que es la columna vertebral de la mayoría de biomoléculas vegetales. Por lo tanto, los fertilizantes orgánicos, a diferencia de los sintéticos, Sí enriquecen constantemente el suelo manteniendo en él, activa la vida microbiana. En síntesis, los fertilizantes orgánicos aumentan la disponibilidad de nutrientes para las plantas y el contenido de materia orgánica en el suelo.
De aquí la importancia de la Separación en la fuente y la recolección SEPARADA de los residuos orgánicos para proporcionar a los suelos insumos orgánicos e invoca la responsabilidad y buen criterio de los administradores públicos paraque esto pueda ser una relidad.
A este encuentro están invitadas las personas que descargaron el libro y las que lo descarguen antes de la fecha del evento jueves 16 de febrero.
Quienes ya tienen el libro deben inscribirse (Sin Costo Alguno) en este enlace: https://agroambiental.co/1er-encuentro-virtual-de-la-comunidad-del-libro-agro-amigable-con-el-medio-ambiente/
Quienes no hayan descargado el libro pueden descargarlo Gratuitamente en el siguiente enlace: www.AgroAmbiental.co y continuación inscribirse al encuentro.
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Pepinillo para Exportación
En solo 2 páginas, la 15 y la 16 del libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente», se documenta el trabajo realizado en la producción de Pepinillo para exportación, por los autores de este libro con la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico y la Corporación Andina de Fomento CAF para rescatar la competitividad de la Agroindustria Exportadora, en lo que se denominó FINCAS-ESCUELA.
Se incrementó la productividad de 5.000 kg/ha a 38.000 Kg/ha; se redujeron costos de US$ 0,46 a US$ 0,11 (La cuarta parte); la superficie de siembra se contrajo de 20.000 hectáreas por cada 100 toneladas a 2,7 hectárea por cada 100 toneladas disminuyendo la huella ecológica y la huella hídrica y además se aumentó de 2 a 4 cosechas por año.
Léalo con todos los detalles en el libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente» páginas 15 y 16
Y este 16 de febrero de 2023 estaremos realizando el 1er. Encuentro de la Comunidad del Libro «AGRO Amigable con el Medio Ambiente» conformada por Lectores-Autores y Docentes. Los que hayan descargado el libro antes de esa fecha podrán participar del encuentro.
DESCARGUE EL LIBRO GRATUITAMENTE AQUÍ:
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Pitágoras emprendió la tarea de recuperar lo que fuera posible de la invalorable obra de Orfeo, que fue destruida, por los que a la sazón detentaban el poder en Grecia, con el perverso propósito de impedir que el conocimiento llegase a estar al alcance de sus sometidos. Poco pudo rescatar Pitágoras de la inmensa obra de Orfeo, pero fue suficiente para precisar la magnitud de la pérdida en materia de sabiduría, conocimiento que Orfeo legaba a la humanidad.
¿Hay alguna diferencia con lo que ha sucedido ahora en la agricultura en gran parte de Latinoamérica? Parece que alguien frenó el conocimiento hace más de 50 años y somos ahora analfabetas en agricultura porque, dice Toffler en “El Cambio del Poder” que “Los analfabetos del siglo 21 no serán los que no puedan leer y escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender y volver a aprender”.
Es que, el conocimiento se renueva a tal velocidad que lo que sabíamos hacer bien y era exitoso hace unos años, hoy quizá no lo sea, e inclusive puede haber pasado o estar pasando a la obsolescencia. Los conocimientos se multiplican a velocidades astronómicas, a ritmo tal que, en muchas ocasiones, ni siquiera son alcanzados por las mallas curriculares de la academia, peor aún por el campesino común y corriente.
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