Libro Agro Amigable con el Medio Ambiente
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Un libro dedicado al desarrollo rural sostenible
PRÓLOGO
La solución de los grandes problemas sociales de nuestro tiempo vendrá de más y mejor tecnología -no de menos tecnología. Tecnología es solamente otro nombre para el conocimiento humano. Necesitamos profundizar nuestro conocimiento científico, ampliar nuestro repertorio de alternativas, y fortalecer nuestra tecnología para la toma de decisiones. Sobre todo, necesitamos un entendimiento más a fondo del Hombre mismo, porque todos los problemas del ser humano tienen sus raíces en nuestra propia naturaleza. Herbert Simon, premio Nobel de Economía (1978).
Me siento muy agradecido por la invitación que me hizo Ferley Henao Ospina para prologar este valioso libro. Una amistad de muchos años con un hermano suyo fue, quizás, el impulso para esta distinción pues no nos conocíamos personalmente y solamente habíamos intercambiado algunos comentarios en una reciente reunión en el Tolima, mi tierra natal, cuando lo felicité por la conferencia que presentó. En los dos años pasados, he leído y, ocasionalmente, comentado las columnas que me ha compartido, llenas de juiciosas reflexiones, pero ello obviamente no me permitía hacer un trabajo responsable. En estas circunstancias, me vi obligado a pedirle que me dejara conocer unos resúmenes de su hoja de vida y la del coautor de libro, Nelson Orrego Quintero. Su respuesta me entusiasmó en muchos sentidos porque me demostró algo que yo he sostenido en cada una de las numerosas entidades de las que he tenido la suerte de formar parte: Que no es una persona, ni un número reducido de ellas las que producen resultados que cambian, efectivamente y para el bien común, una organización o una comunidad. Debo citar por eso al premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal quien me inspiró hace muchos años con esta afirmación: “El hombre es un ser social, cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena”.
En efecto, como lo anotan los autores, fue la interacción de los miembros de un equipo formado por diferentes profesionales el que logró diseñar y poner en funcionamiento, sistémicamente, un conjunto de ideas, prácticas y experiencias en lo que podría denominarse una red de cadenas de valor con, al menos, tres componentes indispensables:
- El desempeño, como agentes centrales del nuevo sistema, de los productores agrícolas y agroindustriales. Existen contraejemplos del retorno de los productores rurales a los procesos productivos tradicionales cuando un agente externo les cambia los equipos utilizados por otros que modernizan el proceso productivo, pero sin que esa decisión sea apreciada y ejecutada por los productores.
- La capacidad de aprender desarrollada y mantenida por los productores agrícolas y agroindustriales, aún después de terminados los programas de asistencia técnica. Ello indicaría que se lograron conformar verdaderas “comunidades de aprendizaje”, uno de los requisitos fundamentales para lograr lo que hoy en día se denomina “desarrollo sostenible”.
- Una cadena productiva que incluye entre sus componentes a los insumos, los procesos productivos, los eslabones para llegar hasta el consumidor final y otros laterales y posteriores como el acceso a recursos y fuentes de financiamiento y la reutilización de residuos del proceso productivo y de los consumidores.
Quisiera poner en consideración de los lectores de este libro, “AGRO Amigable con el Medio Ambiente”, unas pocas afirmaciones que les permitiría disfrutar la riqueza de una obra destinada a desarrollarles la capacidad de librarse de muchas necesidades artificiales (como la de salir a comprar una fruta) y gozar ese placer difícil de definir que es el que resulta de nuestra cercanía con la naturaleza y el medio ambiente. Ellas son:
- Lea algunos pocos apartes generales y orientadores y pase a aplicar, a partir de un diagnóstico serio de sus circunstancias, la metodología que le proponen sus autores y que denominan “aprender-haciendo”. Un maestro en la construcción de modelos matemáticos y metodologías proactivas me enseñó hace muchos años que esos “instrumentos” son “para usarlos, no para creer en ellos”.
- Tenga mucho cuidado con las afirmaciones absolutas que nos conceden plenos derechos sin deberes correspondientes. Es prudente examinar los supuestos escondidos debajo de esas afirmaciones. Las abuelas y los abuelos de nuestra generación solían recordarnos que “el camino del infierno está empedrado con buenas intenciones”. Los autores de este libro demuestran cómo la “revolución verde”, algo tan bien aceptado por grandes expertos, con los años se ha convertido en una seria amenaza para nuestra supervivencia como especie. Hace unos 2.500 años Lao Tze afirmó: “Si hacemos algo más y más, aparece su opuesto”.
- Si usted es un profesional que aspira a promover el desarrollo rural y la productividad agrícola, recuerde el principio fundamental de respetar al pequeño productor agrícola y tratar de comprenderlo. Es difícil porque como lo afirman varios estudiosos de esas relaciones, esas personas “saben muchas cosas pero no todas las pueden expresar”.
Para finalizar y atrevidamente quisiera hacer una sugerencia a los autores de este libro, especialmente a Ferley Henao Ospina, quien ha dedicado su vida a servir a las personas que lo necesitan desde, principalmente, el mundo de las comunicaciones que inició al publicar en Pereira la revista cultural “Juventud”, convertirse en uno de los más jóvenes periodistas del exitoso “Noticiero Todelar de Colombia”, y posteriormente vivir la experiencia administrativa como Gerente de RCN en Cartagena y del marketing como Gerente Comercial de Offsetec (empresa de Carvajal S. A en Ecuador). Sin duda esa experiencia le facilitó la organización de T. P. AGRO y sus exitosas experiencias narradas con sencillez y claridad en este libro. Mi sugerencia es la siguiente:
En Colombia existen varias iniciativas promovidas por personas y entidades que se han propuesto facilitar a todas las personas las oportunidades para empezar a construir una vida digna. Ello exige que nuestra educación deje de ser un “embudo” que excluye a todos los que no tienen o no han desarrollado las competencias para cumplir con los criterios de unas pruebas o exámenes escritos y, por lo mismo, limitados a medir parcialmente la compleja naturaleza humana. Superar ese reto y ofrecer desde la educación un amplio “abanico” de oportunidades solamente se puede lograr con una alianza de esas iniciativas que comparta experiencias, identifique errores tempranos y muestre resultados palpables. ¿Consideraría T. P. AGRO, con su experiencia en “aprender-haciendo” y en los medios de comunicación social, impulsar esa alianza? Ojalá la publicación de este libro y el reconocimiento de sus lectores la anime a seguir este sendero.
1 Los autores Henao y Orrego me ayudaron a identificar nombres de personas de varias disciplinas como los Ingenieros agrónomos Joffre Orellana Bermeo, Celso Averos y María Gabriela Albán de Ecuador; Cesar Alejandro Vásquez de Perú, con la participación de María Antonieta Reyes De Lucca, consultora en comercio internacional ecuatoriana. Estos destacados profesionales consiguieron fusionar las ciencias del agro con otras disciplinas, entre ellas, administración, marketing, economía e incorporar la innovación en sistemas de riego, agro plásticos, biotecnología, creación y administración de microclimas y otros avances tecnológicos orientados a mejorar los cultivos y reducir superficies de siembra, agua y otros recursos, contribuyendo de ese modo a disminuir el impacto ambiental como se narran, explican e ilustran con detalle en esta publicación.
Eduardo Aldana Valdés
oscar garrido –
intssado en la compra del libro…donde lo podria conseguir en cucuta N.s